- Artista: Najwa Nimri
- Estilo: Pop electrónico, cósmico (creo)
- Fecha: Viernes 9 de Julio de 2010
- Hora: Se anunció para las 23 y comenzó con casi una hora de retraso.
- Lugar: Sala CulturaClub, Paseo Marítimo, Palma de Mallorca
- Audiencia: Lleno, entradas agotadas.
- Lugar desde el que lo vi: Primera fila, al final ya estaba en la tercera o cuarta
El concierto de Najwa Nimri estaba anunciado para las once. A las doce menos veinte se abre la puerta de emergencia del fondo del escenario. Entran en la sala Najwa y su cuadrilla de músicos. Pero no se quedan, pasan de largo y se dirijen al camerino. "Eeeeeeh! que el concierto es aquí". Ella va vestida como debe ir por casa: vaqueros grises ajustados, camiseta blanca anchota y alpargatas Vans a cuadritos. Pensé: ahora se cambiará de atuendo, se maqueará... y no, no. Salió el guitarrista a configurar sus pedales. Salió Raúl Santos a conectar sus aparatos de ruiditos. Y por fin empezaron. Najwa iba vestida igual. Corta melena despeinada. Delgada. Yo la hacía más alta.
Empiezan con "El diablo dentro de mí". Disparo fotos. Y desde el primer momento ella muestra sus cartas, su estilo. Seducen, Najwa seduce, en realidad, con un pop electrónico envolvente y abstracto, cósmico (¿?), experimental dirían otros (yo también lo diría pero no alcanzo a adivinar el experimento). Todo esto es para decir que Najwa Nimri no hace Tecno-pop con estribillos. Empasta su voz con las atmósferas que Raúl crea a partir de un par de aparatitos que, la verdad, no sé como se llaman, yo creía que eran samplers pero me parece que no lo son: los pulsaba con los dedos como si fueran pianitos raros. Y además, al fondo: bajo, guitarra y batería que proporcionan contundencia, esqueleto y cordura a la cosa.
Najwa canta, de desespereza, una pierna por aquí, otra por allá. No para de revolverse el pelo. Suda. Sudamos. Cada frase la escenifica con gestos. Está potente, loca y poderosa.
Van pasando las canciones. Canciones que alarga, que son coreadas por la gente y poco a poco nos gana, se adueña de todos. No está colgada, no, aunque en algún momento pueda parecerlo. "¡Guapa!", le gritan. Su música muestra una cara yo creo que insospechada del de la música popular. Y me alegro. Najwa se está asentando en un, digamos, power-electro-art-pop y que se meperdone el palabro.
No tiene una supervoz pero si la tuviera, es muy posible que no cuadrara con la atmósfera de sus canciones.
Los temas se aclaran cuando son de los discos anteriores "El último primate". Me sorprendió que cantara "Dead for you". La canción que sonaba en el programa de cine "Versión española" de la 2. Que tiene un Nanananana famoso.
Al acabar no hacen el numerito de irse y volver. De manera que siguen con el bis de corrido.
Durante todo el concierto ha estado fumando un pitillito que continuamente se le apagaba. "Es lo quie tienen los cigarrillos de tabaco liado, que se apagan", dice en una ocasión.
Y, sudados de arriba a abajo, después de que ella no parase quieta en una hora y cuarto, se van. Tienen que volver. Najwa dice que no tienen nada más ensayado. Los temas que le piden a gritos los tiene olvidados. Invita a subir al escenario al que se atreva. Sube una rubia con un sombrero de paja poco graciosa que no sabe que decir. Y Najwa acaba medio rapeando parte de un tema difícil de identificar. Y se va. Pasa muy cerca de mí. A pesar de los 38 tacos que tiene conserva un fisico de niñata y unos ojos.... por Dios, qué ojos.
En los minutos que siguieron a su despedida todos la queremos un poco más. . La una y cuarenta de la madrugada, ¡Qué calor!