Artista: MARLANGO grupo de pop-jazzeado calmado y bello
Lugar: El Castillo de Bellver en Palma de Mallorca
Día: sábado 7 de Agosto de 2010
Aforo: entradas agotadas (con gente de pie o de cualquier manera por el primer piso)
Precio: 20 euros
Llegada la hora entra sale al escenario Alejandro Pelayo, el pianista del grupo, muy delgado, con barba y sombrerito. Abre con una melodía en su superteclado Yamaha. Luego aparece Toni Brunet, guitarra, mallorquín, el único miembro no oficial del grupo y se añade a lo que toca Alejandro. Después entra en acción Oscar Ybarra, rapado, no muy sexy. Transporta un par de trompetas, deja una y empieza a soplar la otra. En este momento al oir la trompeta suave de Oscar pienso que lo más urgente que debo hacer al día siguiente es formar un grupo de cool-jazz que suene como Marlango. Suave, sencillo y hermoso. Como el Castillo de Bellver en aquella noche.
Y llego la chica, la estrella, Leonor Watling. Con un vestido negro acancanado con escote palabra de honor y un especie de antifaz estrecho que no se quitaría en ningún momento; parecía una pintura, un personaje de cuento. Si ella, en si misma, ya es un mujer mágnetica, el antifaz le confiere un misterio interminable: no se le ven los ojos, a veces parece ciega. Comienza a cantar con esa voz suya duramente suave, que alterna intensidad poco pulida con calidez. Y empiezan las canciones.
Marlango recuerda a Miles Davis (por la trompeta de Oscar), al pop melódico más profundo de no sé quien, o sí, el que amas desde el primer momento, a las cantantes negras de de Jazz y de Soul hace cuarenta o cincuenta años como Ella Fitzerald o quizás Aretha Franklin aunque Leonor no se parece a ninguna de ellas y el ejemplo sea malo. Se parece a la música de pianistas tranquilos que van a por trabajo sin florituras, ni solos, ni nada de eso; Alejandro Pelayo aplica las notas justas, su música es guapa no se excede ni molesta.
No llevan batería, sólo en algunas canciones enchufan una percusión electrónica. Ni tampoco bajo. Los temas quedan muy bien con el ropaje con el que los han vestido: tenue, la batería hubiera sobrado, la verdad. Todos hacen coros para acentuar algunas frases de Leonor, a veces Alejandro, a veces Oscar, a veces Toni, a veces todos ellos. En algunos temas percibo que Leonor canta a duo con la trompeta de Óscar. Maravilloso. Con la guitarra y el piano allá al fondo... andando hacia el final sin prisa.
Son simpáticos estos de Marlango. No es que hagan reír sino que caen muy bien. Casi siempre habla Alejandro entre canción y canción, y algunas veces Leonor. Lo hacen bajito, como si estuvieran en casa, tocando para los amigos. Y estan encantados de tocar en un castillo, se refieren a ello en varias ocasiones e incluso Leonor habla algo en catalán; dice una frase que le ha preparado Toni Brunet: "Gràcies per convidar-nos a tocar a un lloc tam mágic com aquest". Y la noche avanza.
Su repertorio es en inglés aunque cantan dos temas en castellano, dos versiones de lujo: "El sitio de mi recreo" de Nacha Pop y "No mires a los ojos de la gente" de Golpes Bajos. Versiones readaptadas, reformadas, con otras armonías.
Dos bises y a casa. Leonor no se quita el antifaz. Parecen muy contentos aunque no más que nosotros. ¿Resumen? Me gustan más en directo que en disco y eso que sus discos han agrandado el panorama de la música con nuevos terrenos sin límites claros.